En esos años, yo tenía lo que para muchos, era una vida exitosa: un alto puesto en una empresa de alcance internacional, ganando un buen sueldo y teniendo el reconocimiento social por las nubes (¡literal!). En pocas palabras, ¡mi ego parecía un GIGANTE DE CUENTO! Entonces, ¿por qué no me sentía feliz y plena, porque siempre tenía esa sensación de vacío, de estrés, por qué siempre con gastritis, insomnio y tristeza? Tú aquí me ves feliz, pero ¡no tienes idea lo deprimida que realmente estaba!
Si tu también deseas
empezar a conocerte y conectar
con tu esencia,
te regalo HOY
una meditación